viernes, 6 de noviembre de 2009

Ni blanco ni negro

Por Mariano Pasi

Gris: ese color buscamos. La historia de los países que han logrado progresar y desarrollarse como pueblos nos enseña que la única forma de lograrlo es por medio de la unión. Un pueblo no progresa por aplicar recetas de izquierda o de derecha; lo logra cuando sienta cabeza, cuando reflexiona sobre sus problemas concretos y desarrolla sus potencialidades y sus propias ideas para solucionarlos.

Podemos exprimir políticas puestas en marcha por otros países y tomar de ellas ideas útiles para mejorar nuestra situación actual y obtener una nueva opción, un híbrido que venga a resolver los problemas de fondo que tanto nos aquejan. Esto no significa renunciar a la diversidad ideológica de las personas. Sólo evitar creer que una sola tiene la verdad, cuando dicha verdad se construye entre todos. Recordar el pasado de manera crítica para reconocer y aprender de los errores cometidos, y mirar el futuro para planificar qué queremos ser, es lo que le falta a nuestra sociedad para comenzar a salir del pozo en el que se encuentra.

¿Qué queremos ser? Un país ejemplar para América Latina y para el mundo. Queremos una educación pública que forme mentes con conciencia crítica que amen y defiendan a su Patria y que respeten a sus conciudadanos, eliminando ese individualismo que tanto se fomenta en el sistema imperante y que carcome a las sociedades por dentro. Queremos un país con empleo donde el trabajador se reconozca en su aporte al país, que sienta la dignidad que brinda el saber que construye un futuro mejor para todos. Queremos un país donde el empresario no dude en invertir en la tierra de sus hijos. Un país soberano, que defienda sus fronteras y recursos con firmeza y los preserve para lograr un desarrollo económico-social sostenido y autosustentable.