viernes, 30 de octubre de 2009

¡Alerta argentinos!: FRENTE A LA REFORMA POLÍTICA

El diputado nacional electo por Proyecto Sur Fernando Pino Solanas alertó sobre la Reforma Política que hoy anunciaría el gobierno: “Una vez mas se quiere reflotar una nueva versión de un pacto de Olivos".

"Esto significa guillotinar a todos los partidos pequeños para fortalecer los dos tentáculos de la partidocracia, que es responsable de estas décadas de honda crisis, vaciamiento y mediocridad y saqueo”, sostuvo Solanas.

“Hoy el gobierno propone un acuerdo a la UCR para impedir que surja una tercera fueza, nacional y federal, que pueda ser la tercera opción real, para las elecciones del 2011", concluyó.

Fuente: Infosur


Cobertura mediática

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Defensa del Atlántico Sur: discurso de Pino

En un acto organizado por el Instituto de Proyecto Sur (IPPS) y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), el día martes 20 de octubre se presentó en la sede de la misma universidad el Foro en Defensa del Atlántico Sur y las Islas Malvinas. Estuvieron presentes el Diputado electo por Proyecto Sur 'Pino' Solanas, el General Jorge Leal (RE) -el primero que llegó al Polo Sur por vía terrestre-, Félix Herrero (Director IPPS), el ex gobernador de Santa Cruz Sergio Acevedo y Mario Cafiero.

A continuación presentamos el texto completo del discurso de Pino Solanas:


"ARGENTINA ESTÁ OCUPADA"

Mi primer saludo es para la casa anfitriona de la Universidad y sus autoridades.

Hoy ponemos en movimiento debates que tienen que ver con el interés nacional. Tienen que ver con los recursos naturales, con los recursos territoriales, tienen que ver con los recursos técnicos y científicos. Nuestro principal recurso que es el mar. Está en peligro.

No es casual que esta noche comencemos prendiendo la luz, o ayudando a que brille con más intensidad esta pequeña antorcha que algunos grandes argentinos han venido encendiendo en estas décadas. Le agradezco, como argentino, al General Leal, este extraordinario patriota heredero de las mejores tradiciones sanmartinianas.

Tuvimos la campaña de la independencia. Cien años después, o un poco más adelante, tuvimos la campaña por la captura de nuestros hidrocarburos y por la industrialización: tuvimos a Enrique Mosconi. Décadas después, floreció el gran lanzamiento industrial, técnico, científico y social de la Argentina con otro general, Juan Perón. El primero que en el mundo coloca la idea y el reclamo de la plataforma marítima.

Usted, General Leal, es continuador de esa tradición independentista de defensa de nuestros territorios, pero con grandeza latinoamericana. Emociona oírlo a Don Jorge Leal argumentar con tanta vehemencia que la Antártida debe ser latinoamericana. ¡Qué propuesta llena de generosidad! Para contestar a esa larguísima desunión del continente, que por sus riquezas dejó operar a los imperios para dividirnos y enfrentarnos. Pero hoy soplan otros vientos. Quizás, que yo recuerde, en estos cincuenta años no se ha dado un momento tan favorable para materializar el sueño sanmartiniano-bolivariano de la Patria Grande.

Nunca como hoy hemos visto la coincidencia de tantos gobiernos y tantos avances en tan poco tiempo para construir la Unión de Naciones del Sur, el Banco del Sur y muchos otros proyectos que, aunque van lentamente, ya están planteados: el ferrocarril del sur, la integración energética, la integración de las comunicaciones, proyectos de investigación científico-técnico. Somos una gran Nación inacabada, se nos dijo muchas veces.

Quizás nuestra generación pueda retomar las banderas y avanzar un poco más en el fortalecimiento de esta Nación, de esta Unión de repúblicas y de naciones que es UNASUR. Realidad que no nace por la voluntad de los imperios. Que no nace en un mundo sin conflictos. Que no nace en un mundo bueno donde todos nos ayudamos. Nace en una era atroz. En una era inaugurada en 1945 con el terrorismo nuclear. En una era donde el tema ya no es el garrote vil: es la amenaza nuclear, es el desembarco de guerras preventivas. Es decir, un atropello a lo construido por el Derecho Internacional y las Naciones Unidas en aras de una utopía, de reglas de juego que permitieran desarrollarse en paz a la diversidad de las naciones, que permitieran la convivencia entre los distintos procesos civilizatorios.

Lamentablemente, las aventuras militares que sufrió Argentina en el pasado reciente debilitaron la conciencia y el debate nacional acerca de su política de defensa. Las fuerzas armadas fueron vistas sólo como un ejército de represión interna; como un ejército que había desertado de la consigna sanmartiniana que dice que jamás mi espada se va a desenvainar y hacer correr sangre argentina. Sin embargo, ninguna nación puede vivir sin preparar sus proyectos defensivos. Ningún gran continente como éste, que guarda la cuarta reserva mineral del planeta, que guarda colosales reservas de hidrocarburos y posibilidades de producción de alimentos como para alimentar a buena parte de la humanidad, puede no defenderse. Como si fuera poco, el espléndido documental que acabamos de ver nos recuerda que en la Antártida está el 80 % de las reservas de agua potable de un planeta sediento. ¡Argentina está indefensa! Es lamentable que los gobiernos que se han sucedido hayan abandonado toda política de defensa. Oficialmente no existen hipótesis de conflicto, pero estamos amenazados por una gran potencia como es Inglaterra. Y ahora esa potencia dice: somos la NATO (Organización del Tratado del Atlántico Norte (Alianza militar E.U.A.-U.E.), somos la Unión Europea. En Malvinas acaba de desembarcar, hace pocos meses, una flota de aviones británicos de última generación con sistemas de radares especiales.

En América Latina, el sueño bolivariano de unidad latinoamericana está soportando hoy la presencia de bases extranjeras. Esto merece todo nuestro repudio. Argentina no puede seguir de rodillas frente a la expansión británica. Un ejemplo notorio de esto es la cancillería argentina. ¡Da vergüenza! Con seis millones de kilómetros cuadrados en disputa no tiene un instituto de investigación, ni de estudios del Atlántico sur y de la Antártida. Está siempre a la defensiva y en retaguardia. Todavía tienen vigencia esos dos bochornosos tratados firmados de rodillas por Carlos Menem en octubre de 1989 en Madrid, y en febrero de 1990 en Río de Janeiro. Tratados por los cuales, Argentina debe rendir cuentas hasta de los movimientos de tropas que realiza en su territorio. Argentina necesita afianzar su soberanía y defender lo que le pertenece. Ya en el año 1975, la Universidad de Birmingham decía de la cuenca petrolera de Malvinas que tenía reservas cuatro veces mayores que las del Mar del Norte. Poco tiempo después, un barco de la CIA norteamericana, el Explorer, navegaba por los mares del sur y terminaba diciendo que las reservas no eran cuatro veces mayores, ¡lo eran nueve veces! Todo esto pasaba en los años 75 y 76, en los prolegómenos de la confrontación de Malvinas.

Al sur de las Islas Malvinas está el famoso banco de Bur-Wood. Diez mil kilómetros cuadrados sumergidos a no mucha profundidad en una reserva monumental. Hoy están los que hablan de Lula. El ejemplo es Lula y bien que lo es. El ejemplo de Lula es la presencia irrestricta en su territorio y en su mar, y la búsqueda permanente de recursos hidrocarburíferos. Hoy en día Petrobras es una de las seis grandes petroleras del mundo y acaba de encontrar reservas colosales en la plataforma continental. Argentina, también las tiene. Pero Argentina es un país ocupado, hay que reconocerlo de una vez por todas. ¿Qué significa aquí el capital inglés-norteamericano de la British Petrolium? Cuya mitad le pertenece a varios bancos, a la Morgan y a Rockefeller, que son los dueños de Cerro Dragón, la primera reserva petrolera argentina, la de los petróleos de mayor calidad. ¿Que ha hecho el gobierno de Kirchner al respecto? Facilitar treinta años más de prórroga, ha hipotecado el petróleo de nuestros hijos y nietos no, sólo en Cerro Dragón, sino en todo el país. ¿Qué hizo el socio de Cristina en la fórmula del 2007, al que todavía tiene de vicepresidente? ¿Qué hizo Cobos como gobernador de Mendoza? Rápidamente, prorrogó por treinta años las doce áreas petroleras de Mendoza. Estamos ocupados por las corporaciones extranjeras. Convengamos, General, que usted se pregunta: ¿será por las reservas que estamos desunidos? Estamos semidesnudos, pero en la Argentina estamos ocupados porque lo que define hoy la política nacional y antinacional en América latina no es la discusión sobre el sistema político, no es el tema de la corrupción, no son los temas de miseria. Lo que define hoy la política nacional de avanzada con auténtico carácter progresivo es la disputa por lo que hasta hoy, por lo menos en Argentina y en buena parte de América, sigue siendo dominio de los intereses coloniales.

Los recursos naturales son los recursos genuinos con los que los pueblos pueden enfrentar su desarrollo y bienestar, y en la Argentina son extraídos sin ningún control público. Son extraídos a simple declaración jurada de las corporaciones. Es más, éstas gozan de la libre disponibilidad de las divisas, de la libre disponibilidad de recursos. Ahí están, salen directamente de la Patagonia por barco. Las petroleras se quedan con el 70% de las divisas afuera y las mineras se quedan con el 100% de las divisas de lo que ellas dicen que se llevan; y solo liquidan por oro, plata y cobre, pero se llevan uranio, tungsteno, etc., metales como el molibdeno, muchas veces más valiosos que el oro. Se llevan sesenta y tantos metales gratis. Yo me pregunto, General, hasta cuándo vamos a esperar para lanzar procesos penales contra la Presidencia de la Nación, que es responsable del resguardo de nuestros recursos patrimoniales. Deben ser procesados por incumplimiento de sus deberes en defensa del patrimonio y los bienes nacionales.

Hay que dar un paso entonces, compañeros. Argentina tiene que defenderse. Argentina tiene que recuperar no solo las Malvinas, no sólo el extraordinario y gigantesco territorio que bien llaman los amigos la “Pampa Sumergida”, que es una riqueza colosal alimenticia de minerales, de hidratantes, de hidrocarburos y de agua. Uno debe defenderse de la invasión extranjera también en su territorio. De la cordillera de los Andes salen aviones cargados con metales. Menem y Frei firmaron en el 97 el Tratado de Complementación minero argentino-chileno. Inventaron algo inédito en la historia política contemporánea. Inventaron un tercer territorio, que no es ni chileno ni argentino, y está cedido a las corporaciones. Ese tercer territorio ocupa todo el largo de la cordillera de los Andes, más de tres mil kilómetros por una franja de ancho de entre setenta y ciento cincuenta kilómetros. Tienen aduana propia. Cortan las rutas, uno no puede acceder. Los caminos provinciales están cortados. Tienen fuerzas de seguridad propias, aeropuertos propios... Seguramente éste será el tema de nuestro segundo debate: prender la luz sobre esta ocupación de territorio argentino-chileno por las corporaciones.

Termino diciendo: no solamente tenemos que reconstruir una política de recuperación y defensa del Atlántico Sur que sea continuidad de esta generosa proposición que nos hace el General Leal de unirnos con nuestros hermanos latinoamericanos. Tenemos que dar esta ofrenda a la Unidad Latinoamericana. Reemplazar la política de las mezquindades y de las rivalidades de las burguesías u oligarquías vernáculas que nos dividieron, por una real política de hermandad, de solidaridad y de autodefensa.

¡Tenemos enemigos externos e internos! ¡No podemos estar desarmados! Nosotros nos proponemos reconstruir la conciencia de la defensa nacional, que pasa por la recuperación de los recursos y por la defensa de nuestros territorios. Obraremos con la ley, con la palabra, con la justicia, pero no seremos ingenuos y no estaremos desarmados esperando que ocupen nuestras tierras, que ocupen nuestros mares.

Tenemos que reconstruirnos. Es lo que hace Lula. Consigue petróleo y reconstruye sus autodefensas. Hoy existen bases extranjeras. Ahí están las siete bases que van a instalarse en Colombia. Ahí está la base de inteligencia y comunicaciones en la Triple Frontera, una base norteamericana. Y está la base de la NATO, con esa superfortaleza en Malvinas. Además, en la cordillera ya hay denuncias. En los territorios de las corporaciones mineras, que son todas inglesas, norteamericanas y canadienses, hay también bases de información satelital. Termino aquí, haciendo una invocación a trabajar más unidos que nunca por esta gran causa nacional que es la defensa y recuperación del Atlántico Sur, de Malvinas, de la Antártida, y por la unidad inquebrantable de América latina. Muchas Gracias.
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"No es universal y tiene un financiamiento regresivo"

A través de un comunicado de prensa, el diputado de Buenos Aires para Todos en Proyecto Sur afirmó: "El consenso social y político construido durante años con el objetivo de instituir un nuevo derecho a un ingreso básico, de carácter universal, para todos los niños y adolescentes de nuestro país, financiado por aquellos que tienen mayor capacidad económica, ha dado como resultado una propuesta oficial que –en la práctica- es un nuevo plan cuyo alcance y eficacia solo podrá evaluarse en el futuro. "

Lozano aclaró: "No es universal, porque está dirigido a los hijos de los trabajadores informales que ganan menos del salario mínimo y a los hijos de los desocupados. No se sabe en qué lugar quedan los cuentapropistas, que también tienen hijos y nadie que este percibiendo otro plan podría incorporarse a este. Al mismo tiempo, de acuerdo a lo establecido en el decreto, solo se pagará hasta 5 hijos, quedando claro en el texto oficial, que no se incorporarán en este programa a las madres que tienen más de 7 hijos y que hoy reciben $ 118 por cada uno."

Asimismo, sostuvo: "El decreto, que tampoco es claro respecto a lo que ocurriría con los 2 millones de chicos cubiertos por el plan familia, con un valor porcentual de $ 700, tiene un financiamiento regresivo porque quién financia, una vez más, es el ANSES a través de los aportes y contribuciones que realizan los trabajadores y cuyo destino debería ser la recomposición de los haberes jubilatorios. Es poco serio, en una Argentina impositivamente injusta que regala la renta petrolera y minera, plantear un esquema en el que los bajos haberes jubilatorios financian la ampliación de una cobertura social para los pibes más postergados."

Finalmente, concluyó: "El decreto propone un nuevo plan social y el gobierno, con esto, parece querer cerrar la posibilidad de instituir por ley un nuevo derecho para los niños y adolescentes de nuestro país. Al no ser universal y al sustituirse por otros planes, el efecto de esta medida en términos de equidad y de los niveles de pobreza e indigencia serán francamente menores., máxime, cuendo de acuerdo a las estimaciones que manejamos, para todo hogar que este bajo la línea de indigencia se requieren $ 300 por pibe."

Fuente: Infosur
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jueves, 29 de octubre de 2009

Contra la tercera fuerza

(Crítica digital) Los que proponen la ley de Reforma Política, en 2003 se vieron beneficiados suspendiéndola y en 2006 la derogaron para elegir a la futura presidente a dedo. Por Pino Solanas.

Hoy el PJ y la UCR, corresponsables de estas décadas de honda crisis, vaciamiento, mediocridad y saqueo, buscan unirse para impedir que surja una nueva fuerza, nacional y federal, que pueda ser la tercera opción real en las elecciones de 2011. Enmascarado como modernización electoral, lo que se oculta es un pacto de gobernabilidad del modelo neoliberal que aún subsiste. Es lo viejo que se resiste a morir.

En políticas concretas, es el régimen de endeudamiento, la vuelta al FMI, la continuidad en la entrega de los recursos naturales y la impunidad sobre los graves delitos contra el patrimonio público.

Los mismos que ahora proponen esta Ley de Internas Abiertas, Simultáneas y Obligatorias en 2003 se vieron beneficiados suspendiéndola; en 2006 la derogaron para elegir a la futura presidenta a dedo sin pasar por internas; en 2007 recurrieron al robo sistemático de boletas; en 2009 a las listas testimoniales, colectoras y espejos, y hoy ante la seguridad de que con estas reglas de juego pierden en 2011, reinstalan la vieja ley como último intento de preservar el poder. Las reglas se adecúan conforme a los intereses coyunturales de los que gobiernan, con el consiguiente deterioro de la calidad institucional y la pérdida de credibilidad.

Una democracia se enriquece con la diversidad y la participación de todos. La propuesta de sesgar las minorías es una manifestación autoritaria. Conlleva una intención implícita de atribuir culpas y responsabilidades a los partidos pequeños cuando del fracaso es responsable el bipartidismo. En el marco de un deseo colectivo de democratización del sistema político y adornado con medidas correctas y de avanzada, se esconde un intento de proscripción.

Sí, queremos una reforma que democratice a los partidos, pero rechazamos las cláusulas discriminatorias que encierra el proyecto del gobierno nacional y que intenta proscribir la tercera opción, que se está construyendo con fuerza en toda la república.

Hay un pueblo que está esperando y que está cansado de optar entre Frankenstein o Drácula. Insistimos: alerta, argentinos. Impedir que se ejecute esta trampa es responsabilidad de todos.
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miércoles, 21 de octubre de 2009

Peronismo o pejotismo

Por Alcira Argumedo (Socióloga, diputada electa por Proyecto Sur)

Con intención de darle una mano en su tesis de doctorado al politólogo sueco de Mario Wainfeld, trazamos algunas líneas de respuesta al artículo de José Natanson (Página/12, 11/09/09) y a sus interrogantes acerca de la posición de Solanas y Proyecto Sur. El periodista considera que se trata de una construcción política situada en un lugar extraño, en tanto combina oposición dura con apelación moralizante, y se le hace difícil comprender que “Solanas, cuyas películas transpiran peronismo, es, de todos los líderes de centroizquierda, el que mantiene la relación más intransigente con el peronismo, situándose en posiciones aún más inflexibles que las de opositores cuyo origen los aleja naturalmente del PJ, como los socialistas”. Como tantos otros, Natanson no puede o no quiere percibir el contraste entre el peronismo histórico y el pejotismo: el peronismo de los gobiernos de Perón y la resistencia peronista, con sus grandes aciertos y errores en tiempos turbulentos, frente a la fuerza política degradada que emerge del genocidio de la última dictadura.

Más allá del necesario balance crítico de ese período, el peronismo histórico –del cual provienen Solanas y una significativa proporción de integrantes de Proyecto Sur– nunca se apartó de tres ejes fundantes: la consigna Braden o Perón, como una clara oposición a las potencias hegemónicas con sus estrategias de despojo y subordinación; la defensa de los intereses nacionales sintetizada en el artículo 40 de la Constitución de 1949; la reivindicación de la justicia social y la dignidad de los trabajadores.

Por su parte, el pejotismo impulsó el proyecto más entreguista y antipopular de la historia argentina del siglo XX, incluyendo el de la Década Infame: las relaciones carnales; las aberrantes privatizaciones y prórrogas de concesiones o la fraudulenta deuda externa que se niegan a investigar a pesar del dictamen del juez Ballestero basado en las denuncias de Alejandro Olmos, manteniendo como política el endeudamiento, junto a los derechos sociales arrasados, son el espejo invertido de esa otra historia, aunque se implementaran cantando la Marcha. Para hacerlo, Menem necesitó del apoyo de varios miles de cuadros y dirigentes políticos o sindicales bajo la conducción del PJ: allí están en los archivos todos los nombres de los cómplices y beneficiarios, con los sucesivos acuerdos, traiciones o enfrentamientos mutuos. Sus conductas en el pasado reciente han generado dramáticas secuelas que aún perduran en nuestra sociedad: compararlos con José Martí, Túpac Amaru o Augusto Sandino (Mario Goloboff, en Página/12, 13/10/09) para fundamentar que el “mal de archivos” es “un inútil consuelo de tontos”, precisamente en esta Argentina que está luchando por la memoria, nos parece, como mínimo, un despropósito.

Proyecto Sur reivindica las mejores ideas del peronismo histórico, como parte de las tradiciones populares latinoamericanas, pero se opone duramente al pejotismo y a las medidas del Gobierno que son continuidad de los noventa; a ese “conservadurismo mal disfrazado de progresismo que es necesario desnudar”. Los ejemplos sobran. No obstante, con las condiciones pertinentes, se han apoyado y van a apoyarse aquellas iniciativas consideradas beneficiosas para el país y sus ciudadanos, sin importar quién las haya propuesto ni caer en las trampas de falsas polarizaciones.

Sustentamos una ética pública que, según Natanson, algunos consideran un “riesgo de apelación moralista estilo Frepaso como eje de la construcción política”. La ética pública afirma que hacer negocios personales y de amigos con recursos públicos pertenecientes a todos los argentinos es un delito gravísimo y debe ser duramente castigado; porque esa corrupción y esas prebendas redundan en carencias y sufrimientos para una alta proporción de compatriotas. A pesar de la cantidad de información aportada, nadie pudo desmentir las denuncias de Solanas en sus películas Memoria del saqueo, La próxima estación o Tierra sublevada, que no son una mera “apelación moralista estilo Frepaso”. Luego de padecer durante treinta años la hegemonía cultural y económica del neoliberalismo con su impunidad delictiva, Argentina clama por una profunda reforma moral e intelectual, como base de un proyecto capaz de dar respuesta a los desafíos de la actual crisis de época, algo que ni el pejotismo ni la oposición de derecha están en condiciones de promover.

Se nos cuestiona, además, que el grueso de las críticas de Proyecto Sur sea a “grupos lejanos y difusos (las empresas mineras depredadoras) en lugar de factores de poder cercanos y tangibles (los medios, el campo, la Iglesia)”. Esta estrategia discursiva sigue el patrón del kirchnerismo: establece una contradicción antagónica, una polarización irreductible con “factores de poder” considerados totalmente homogéneos, sin una mínima sutileza que permita percibir la heterogeneidad y las diferenciaciones internas de cada uno de ellos, como es el caso del sector rural. Al mismo tiempo, la crispación del conflicto intenta silenciar o velar los intereses que los ligan con esos “grupos lejanos y difusos” como Repsol, British Petroleum, Barrik Gold, La Alumbrera, Techint, Monsanto, Cargill, Aceitera General Deheza, Bunge, entre otros, que serían aliados incondicionales del movimiento nacional y popular. Nos permitimos afirmar que definiciones de este tipo le plantean al politólogo sueco una confusión mucho mayor que las posiciones políticas de Solanas y Proyecto Sur.

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martes, 20 de octubre de 2009

Dictamen de minoría presupuesto de 2010

Por Claudio Lozano (Diputado de Buenos Aires para Todos en Proyecto Sur)

Ejes y objetivos del presente dictamen:

Frente al presupuesto presentado por el Ejecutivo, que no contiene partidas que expresen una política dirigida a solucionar los problemas más urgentes de la Argentina, planteamos y presentamos el presente dictamen, en el que se proponen medidas concretas para abordar la problemática social y la productiva. Consideramos que esta propuesta presupuestaria pone en marcha un conjunto de medidas fuertemente reactivantes, para que la crisis no descargue sus costos sobre los sectores populares. Es más, pretende transformarla en una oportunidad para replantear las condiciones de desarrollo de la economía y de la sociedad argentina. En el presente dictamen demostramos que es posible hacerlo. Depende de la voluntad política del gobierno nacional.


Medidas sociales:

- POLÍTICA DE TRANSFERENCIA DE INGRESOS UNIVERSAL, con el objetivo de atender la situación de los menores mediante una asignación universal por pibe de $ 135, que permita que siete millones de menores de 18 años perciban lo que hoy les niega el sistema de asignaciones familiares.

- UNIVERSALIZAR LA JUBILACIÓN MÍNIMA, para atender la situación de medio millón de mayores en edad de jubilarse , que hoy no la reciben.

- SEGURO DE EMPLEO Y FORMACIÓN PARA JEFES Y JEFAS DE HOGAR DESOCUPADOS (casi medio millón), equivalente al salario mínimo ($1.500), para que efectivamente el salario mínimo llegue al piso al que tiene que llegar.

- AUMENTO SALARIAL DE 14 % A LOS ESTATALES Y DOCENTES UNIVERSITARIOS

- MODIFICACIÓN DE LA LEY DE MOVILIDAD, para que las jubilaciones estén atadas al salario avanzando, paulatinamente, hacia el 82 % móvil.

- DEMOCRATIZACIÓN DEL ANSES, para que el uso de los activos acumulados por los jubilados sea orientado en función de sus intereses.

Medidas productivas:

a) RECUPERAR LA RENTA PETROLERA para que el precio del barril que se vende en el mercado interno tenga que ver con el costo de producción local (u$a 8.-) y no con el precio internacional (u$a 70.-). Para que esto sea posible necesitamos dar de baja los decretos desreguladores y privatizadores que se implementaron en los ’90 y que aún mantienen su vigencia, ubicando a ENARSA como un actor estratégico en el mercado petrolero al otorgarle las áreas que se vayan recuperando vía aplicación y exigencia de cumplimiento del marco legal contractual (por caso, máximo de 5 áreas por empresa, incumplimiento de compromisos de inversión). De este modo, podremos hacer de ENARSA una empresa testigo en el mercado petrolero, que fije condiciones al resto de las petroleras (precio, calidad, inversiones, cuidado del medio ambiente). Así podemos dar de baja al festival de subsidios que, en materia de energía y transporte, ha crecido explosivamente en los últimos años y que ha ido a parar a manos de un puñado de empresas petroleras.

b) Transporte: CONSTITUIR UN FONDO PARA PONER EN MARCHA EL TREN PARA TODOS, que recupere la industria ferroviaria y conecte pueblos del interior como un motor clave para el desarrollo productivo. Por otro lado, promovemos la creación de un fondo para apuntalar la estratégica industria naval, financiando el desarrollo productivo de los astilleros nacionales.

c) CONSTRUIR UN FONDO DE RECONVERSIÓN PRODUCTIVA PARA FINANCIAR CAPITAL DE TRABAJO, RECONVERSIÓN EMPRESARIA, MODERNIZACIÓN DE LOS PROCESOS PRODUCTIVOS, APOYO TECNOLÓGICO Y FORMACIÓN, para emprendimiento de pequeñas y medianas empresas, fábricas recuperadas, cooperativas, asociaciones, etcétera, que maximice el impacto ocupacional, el desarrollo tecnológico y el balance de divisas.

El despegue productivo que proponemos se financiará con la recuperación de la renta petrolera (punto a) y utilizando, en una primera etapa, hasta un total de u$a 6.000 millones provenientes de las reservas que se acumulan en el Banco Central.
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lunes, 19 de octubre de 2009

Acto del Movimiento Proyecto Sur el 17 de Octubre

Con el objetivo de lanzar a Proyecto Sur en la Provincia de Buenos Aires, el diputado nacional electo por la Ciudad de Buenos Aires, Fernando “Pino” Solanas, se presentó el sábado 17 de octubre en La Plata.
Estuvieron presentes, entre otros dirigentes, Luis Brunati, Mario Mazzitelli, Elido Veschi, Marcos Palma, Silvia Baffigi, Adolfo Luna del PSA, Daniel De Santis de Unión del Pueblo y Bruno Martino de la juventud de Proyecto Sur.


A continuación, transcribimos el texto completo del discurso de Pino:


Compañeros y compañeras:

No es casual celebrar el 17 de octubre aquí, en La Plata, cerca de Berisso, de Ensenada, de lo que fue cuna de esa gesta que es, como bien se dijo antes, una página de la historia que trasciende la etiqueta partidaria. Fue la irrupción. La decisión de las masas trabajadoras de cruzar el Riachuelo, de romper las vallas y ocupar la Plaza de Mayo; de colocar “las patas en la fuente” como símbolo mayor. Desde ese momento los trabajadores iban a disputar la Argentina. Aquel año 45, que hace emerger a sus líderes, a Perón y a Evita, era la resultante de un pueblo que venía golpeado. Era la resultante de luchas y resistencias. Era el punto de encuentro de ciudadanos y trabajadores que venían de otras militancias y de otras tradiciones políticas y culturales. No existía el peronismo.

En aquella jornada histórica muchos venían de la Unión Cívica Radical contra la traición alvearista. Eran los que desertaban de otras causas políticas, incluso los que venían del campo y habían estado acompañando a sus patronales, que les sacaban las libretas para votar. El 17 de octubre es también el punto de encuentro de una nueva identidad política que comienza a dar nacimiento a ese dirigente, esa pareja extraordinaria que va a debutar en la Argentina con tres medidas que, vistas a la distancia y sesenta años después, parecen impensables: la nacionalización del Banco Central, la nacionalización de los depósitos bancarios, y la nacionalización del Comercio Exterior.

Yo quiero dedicarle estas palabras a los muchos trabajadores que hay aquí, y en especial a lo mejor que tenemos, que son los jóvenes. A esta juventud que junto con los jubilados fueron las víctimas de los experimentos económicos de los años 90. A esta juventud a la que el país le debe una reparación histórica para que vuelva a insertarse en la capacitación y en el trabajo. A ellos me estoy dirigiendo, porque estamos trayendo un recuerdo de aquella historia. No se puede construir, ni reconstruir la Argentina, si no tenemos presente todo lo que tenemos detrás. Una historia que no comienza el 17 de octubre: es consecuencia de 150 años y hoy de 200 años de decisión por vencer, de decisión por realizar una identidad naciente que es la identidad argentina.

A lo largo de estos 200 años, muchachos, el conflicto siempre se dio entre los que decían que no nos podíamos independizar ni desarrollarnos sin la ayuda del capital o la técnica extranjera; del otro lado estaban los que fueron tildados de locos, de utópicos, de románticos. Los que decían que para ser libres teníamos que apoyarnos en nuestras propias fuerzas y administrar con sabiduría los recursos que tenemos.

Fíjense que los tres momentos más importantes de industrialización de la Argentina se dieron sin apoyo del crédito externo. Ahí está Irigoyen, creando YPF. Ahí está Perón, que en dos años de gobierno había nacionalizado los servicios públicos, hacía volar el primer avión a reacción del hemisferio sur y construía la séptima flota mercante del mundo. Los ferrocarriles alcanzarían 52000 kilómetros. Digo estas cosas y vuelvo a que no es casual que festejemos el 17 de octubre aquí en La Plata, como lo decía Elido Veschi. Acá es el punto de encuentro de los gremios del riel, de los gremios navales, de los gremios de los hidrocarburos, junto con una de las materias grises más importantes del país, esta extraordinaria Universidad de La Plata, que vio nacer la escuela físico-matemática argentina. A todos ellos, de los miles de técnicos, a los miles de anónimos trabajadores, de profesores, de maestros que pusieron lo mejor de cada uno, cuidando sus obras, sus piezas, sus máquinas, sus investigaciones como si fueran creaciones artísticas…

A todos ellos les debemos la Argentina, a todos ellos les debemos una respuesta porque lo que ha fracasado no es la causa independentista, la causa de la Justicia Social, la causa de la Soberanía Popular, que ya está presente en la epopeya naciente de la patria, las invasiones inglesas, o en la gesta de la independencia. Aquello no ha fracasado. Son las banderas estratégicas de la Argentina las que han sufrido derrotas, pero todavía están altas. Están altas para que las enarbolemos definitivamente y podamos convencer a la mayoría de los argentinos en este momento de vaciamiento político, en este momento de descreimiento, de escepticismo… Porque hoy, muchachos, porque hoy, chicas, hoy más que nunca es posible encender los motores internos de cada uno para llevar nuestras banderas al triunfo.

El mayor veneno que nos han inculcado es el virus neoliberal. Fue el decirnos que no se podía, que el cambio no era posible. Toda nuestra energía y nuestra inteligencia deben colocarse hoy y demostrar, como lo estamos haciendo, que el cambio es posible y Argentina puede transformar este lamentable Estado que tiene a un tercio de la población en la pobreza. Que tiene el 55% de sus trabajadores en negro, para que me escuche algún alma kirchnerista que puede haber por ahí. Esta gente disfrazada de peronista debe cargar con el bochorno de tener a más de la mitad de los trabajadores en negro. Deberían avergonzarse estos nuevos “travestis”, como tantos otros que ya hemos tenido infiltrados en el Movimiento Nacional.

Hoy estamos convocando a una nueva patriada. Convocamos para el triunfo. El mayor enemigo que tenemos es que todavía no creemos que el triunfo está cerquita, muchísimo más cerca de lo que creemos. Todavía nos pesa el “no se puede”. Es como si viéramos que el tren entra en la estación y no nos diéramos cuenta de que está ahí para que lo tomemos nosotros… A ese tren que pone en marcha nuestra historia. No nos damos cuenta de que tenemos que ponernos de pie y empezar a correr para subirnos al tren porque se nos va, compañeros. Vivimos un momento único de la historia de las últimas décadas, aquí y en todo el continente. Los que ya tenemos algunos años nunca vimos un momento tan excepcional en América latina como éste. Es este el momento de subirse al tren.

En la Ciudad de Buenos Aires las operatorias mediáticas y de inteligencia del Gobierno y del poder nos ningunearon durante todo el verano. ¡Ni las gacetillas nos publicaban! ¿Qué fue lo que pasó? ¿Fue un milagro? No, compañeros. Lo que pasó es que una parte importante del pueblo argentino y de la Ciudad de Buenos Aires estaba acampada a la vera del camino, esperando que viniera el tren o la propuesta, y había estado votando opciones una peor que la otra, ¡entre Frankestein y Drácula!, o la deserción del voto en blanco. Todavía hay un 30% que no vota. ¿Que pasó en la Ciudad de Buenos Aires, que estaba perdida? Los analistas decían que se había girado a la derecha y que eso era incurable. Lo que pasó fue que ese pueblo aparentemente dormido, o que antes votó el mal menor, se encontró con una propuesta que explicaba qué diablos nos había pasado. Que explicaba el robo. Que explicaba las enormes posibilidades de un cambio rápido que tiene la Argentina si cambiamos de política. Notros explicamos y colocamos por primera vez en la agenda política temas que no se trataban.

Fuimos la única fuerza que dijo que si recuperamos el petróleo y el gas para la Nación vamos a tener una renta monumental que supera los 20000 millones de dólares, con lo cual se puede acabar con la indigencia y la pobreza en el corto plazo, con lo que se pueden reconstruir el sistema ferroviario, la flota mercante, la petrolera nacional, la aeronáutica, las industrias básicas que generan cientos de fábricas subsidiarias que posibilitan desarrollar ingenierías y técnicas y tecnología nacional. Nosotros demostramos que existía la perspectiva de otro país, otro camino que habían elegido los principales países de América Latina. Hoy lo que divide aguas en América Latina es la recuperación de los recursos de la tierra, que son los recursos genuinos que los pueblos tienen para financiar su desarrollo.

Hoy hasta Duhalde, a Reuteman, se les hace la boca con Lula, pero esconden que el suceso de Lula y de Brasil es haber defendido con uñas y dientes su petrolera estatal. Petrobras ha seguido invirtiendo, buscando nuevas fuentes de petróleo. Petrobras es la locomotora de la primera economía de América del sur. ¿Quién le enseñó el camino a Petrobras? ¡YPF! ¿Quién le enseñó el camino a Petróleos de México? ¡YPF! En consecuencia, estos gobiernos disfrazados de progresistas, como el de Cristina y Néstor Kirchner, y las organizaciones que se dicen progresistas y que los apoyan en un gesto de repugnante complicidad con el saqueo de los recursos estratégicos, no invirtieron un peso en la reconstrucción de una petrolera estatal. Tienen 46000 millones de dólares en el Banco Central y son incapaces de tomar mil, dos mil millones y relanzar una petrolera argentina. Son incapaces de invertir en la reconstrucción del servicio ferroviario o en la flota marítima. Por eso les decimos que acá no hay nuevas ni viejas derechas: ¡hay derecha! Y hay sólo proyectos de la derecha económica, unas más demagógicas que las otras, que se llaman Cobos y el conglomerado del radicalismo liberal cobista.

Cobos, el socio de Cristina hasta ayer... ¿cómo hasta ayer? ¡Sigue siendo el vicepresidente de Cristina Fernández de Kirchner!, el que la ayudó a que llegaran al gobierno en el 2007. Este señor Cobos, que acababa de entregar por treinta años más las doce concesiones petroleras de Mendoza. Cobos, la otra variante… O la de los Duhalde, Reutemann, Solá, los distintos disfraces de las mismas causas gerenciadoras del modelo neoliberal de entrega, que jamás abrió el pico por la entrega de nuestros recursos estratégicos. Éstas son las fuerzas del bipartidismo que se prepara para gobernar otra vez.

Y está el kirchnerismo, que no difiere de Macri, ni de Morales o de Cobos, ni de Carrió o de Duhalde, de Solá o de Reuteman. En los asuntos económicos, el gobierno tiene su poder abrochado en sociedad con las corporaciones bancarias, las multinacionales exportadoras de cereal, las corporaciones mineras y las petroleras. Ese es el poder real de la Argentina, esos son los adversarios, esos son los enemigos estratégicos de la liberación del pueblo argentino. Por eso les preocupa que Proyecto Sur haya nacido. Les preocupa que no solamente no fracasó, ni se dividió, sino también que está unido y se proyecta y se prepara para gobernar. Les preocupa nuestro crecimiento. Primero, porque es una fuerza no sectaria. Es una fuerza que se dirige a todos los argentinos de buena voluntad que quieran sumarse a esta patriada. Patriada que tiene cinco grandes causas como propuesta: recuperar los recursos estratégicos, acabar con la desigualdad, con la miseria, con la indigencia; relanzar las industrias básicas públicas, telefonía, ferrocarriles, petróleo, marina mercante, etc.; relanzar la enseñanza y los planes de salud; y, por último, democratizar la democracia.

Pido democratizar la democracia porque mucho hemos aprendido en estos sesenta años desde del 17 de octubre. Lo hemos aprendido con dolor, con mucho dolor. Muchas tragedias va dejando atrás el conflicto de la Patria. Y hemos aprendido que hay que defender tanto el territorio como el espacio de paz y de transformación en democracia que necesitamos para contrarrestar todo tipo de provocaciones que hay y que vendrán, más fuertes, y que querrán impedir el cambio revolucionario en paz y democracia que nosotros proponemos. Democratizar la democracia es llevar hasta las últimas consecuencias la democratización de la justicia y del poder legislativo. Democratizar el sistema político en serio, democratizar el sistema electoral, los sindicatos, los partidos políticos. Democratizar la democracia significa instalar desde la escuela la conciencia patrimonial. Que cada argentino sea consciente de lo que le pertenece, que cada argentino sepa que es un accionista de un consorcio de 40 millones de copropietarios que es el gran consorcio de la Argentina. Que cada argentino comprenda que a este patrimonio millonario nos lo ocultan para que nadie pueda defenderlo, porque nadie puede defender lo que no sabe que le pertenece. Que cada uno comprenda que lo que es de todos lo tenemos que cuidar y defender entre todos, sea el banco de la plaza, el pupitre de la escuela, el vagón del ferrocarril o el edificio del hospital. Que cada uno entienda bien que hacer negocios privados como los hace el matrimonio Kirchner, con bienes que son públicos o aprovechando su posición dominante para duplicar su patrimonio año a año, son delitos infamantes que ningún ciudadano ni ningún trabajador puede aceptar.

Para ir terminando, quiero volver a nuestra victoria del 28 de junio. Demostramos que había un pueblo esperando el cambio. Esos votantes vinieron de todas las culturas políticas. De la izquierda, de los movimientos sociales, de los radicales, del progresismo y de mucho peronismo, y hasta gente que es escéptica y había creído que el joven empresario Macri iba a ser una solución. El 28 de junio empezó a juntarse ese nuevo plasma y viene a demostrar que en casi todas las provincias se da el mismo fenómeno. Yo viajo todas las semanas y acabo de regresar del noroeste, donde ya les anuncio que en La Rioja, en Catamarca, en Tucumán, en Salta y en Jujuy, en las próximas semanas quedará sólidamente constituido Proyecto Sur. No sé cómo puedo transmitirles lo que ocurre en todas las provincias. He estado en Córdoba, en Entre Ríos; he recorrido buena parte de la provincia de Buenos Aires, he estado en Mendoza. En todas las provincias el prestigio de Proyecto Sur está altísimo y las encuestas nacionales, encargadas por el poder. nos ubican entre las tres o cuatro primeras fuerzas para disputar el 2011. No son sólo el proyecto y las ideas. La aceptación de proyecto Sur se da porque hay mujeres, hombres y jóvenes no contaminados. Es decir, que han ganado confianza, credibilidad por la coherencia de sus vidas, por la ética.

Pero compañeros: acá lo que está faltando, nuestra gran limitación -como alguno dijo-, es que falta construir los puentes de comunicación con ese pueblo que nos está esperando. Falta organizarnos porque están dadas las condiciones para pelear y ganarle a los Cobos, los Reuteman, los Duhalde o a los Kirchner… Me lo dice gente de toda condición: modestos, chacareros, campesinos, productores, industriales, profesionales. Estamos convencidos que nadie cree en los Frankestein y en los Dráculas; que muchos miran con alegría la perspectiva de construir una alternativa transformadora, racional, sensata, pero de cambio real protagonizada por honestos que decimos “No somos ni sabios ni tenemos toda la verdad, pero tenemos ética, venimos con coherencia y decimos que solos no podemos transformar la Argentina”. Necesitamos unirnos, dejar las divisiones del pasado. Unirnos para enfrentar primero a los enemigos, a los adversarios que querrán robarnos de nuevo los votos, que querrán dejarnos afuera con la nueva Ley electoral, como dice Mazitelli, y después siendo gobierno nos pondrán el palo en la rueda. Harán todo lo posible para desestabilizarnos. Hago este prólogo para decirles lo importante, como ya lo señaló Mario Mazitelli: queremos el cambio, la enorme y ciclópea tarea de transformar la Argentina y acabar con las plagas como el chagas, el dengue, el analfabetismo, la miseria, la inmundicia que es tener cinco millones de personas viviendo en el barro y en la indigencia.

Esta cruzada depende de que cada uno de ustedes le transmita al vecino, al compañero, al amigo, que hay que ponerse las pilas y convencerse de que tenemos que ser el motor y la custodia permanente de esta transformación. Hay que participar, participar activamente porque si no será patético, nos quedaremos ilusionados con las ganas y sin darnos cuenta de que teníamos que ir a la estación, ocupar el andén y tomar el tren. Nos va a pasar ver que el tren arranca, se va y se fue y, ¡che, pará!, pero se fue, se pasó la coyuntura, apareció otro. Por eso el enemigo grande lo tenemos adentro. ¿Cuál es? No creer. La mayor parte de los compañeros y ciudadanos que encuentro me abraza y me dice: “¡vaya para adelante Pino!” Si me tomo un café y les pregunto: ¿pero che, qué te parece, va bien? Y él me dice: “¿pero vos crees que se puede cambiar esto?” Me preguntan “¿nos dejarán?” ¡Cómo mierda si nos dejarán! ¿A quién le vamos a pedir permiso? ¿A los papás de uniforme que teníamos antes? ¿Al vigilante de la esquina? ¿A estos perejiles que gobiernan y son tan incapaces de que en seis años no construyeron ni un barco? ¿A quién le vamos a pedir permiso?

Por eso, compañeros, los invito a ponerse las pilas, a convencerse de que se puede. Faltan dos años. Es muchísimo y es muy corto. Es muy corto para la enorme tarea de multiplicar esto por diez. Pero ¡atención! Alguno me dijo que es poquísimo el tiempo y que no llegamos. Yo digo que hay que multiplicarse por diez porque las batallas se ganan en el campo de batalla. Podés tener los votos, pero si no controlás las urnas y abrís la urna y la seguís hasta el correo… Si no lo hacés, perdiste la elección. Yo siempre recuerdo a los que me dicen que dos años no es muy poco. El Ejército de los Andes se construyó en la “comarca” de Mendoza, donde no había industria, no había nada. Cuatro mil quinientos hombres recolectaron siete mil animales, fueron a buscar a las montañas minerales, probaron veinte formas fundiéndolos en las fraguas, llegaron a construir sables, fusiles, cañones, pólvora, sin recursos. Alvear había traicionado a San Martín. Sin recursos, sin nada, a partir del propio esfuerzo, el 15 de junio de 1815 San Martín, en cabildo abierto, le dijo a su pueblo “desde mañana ganaremos todos la mitad”. “¡TODOS!”, La otra mitad irá para la construcción del ejército. ¿En cuantos años construyó el ejército? En diecinueve meses, el Ejército de los Andes, en un enero de 1817 salía. Y aquello fue tan glorioso que es un ejemplo del nacimiento de la Industria Nacional. Cuando hay proyecto y hay decisión, y al proyecto y a la decisión se le suma sabiduría popular, sentido común, rigor para trabajar y para que no te explote la pólvora en las manos, cuando todo esto se junta, es imparable.

Compañeros: los invito a desbordar este acto. A construir el mejor formato de acercamiento con los vecinos, con amigos que proponen las “mateadas de Proyecto Sur”. Hay que sentarse a matear con los vecinos, con los compañeros, con los estudiantes, con los amigos, y conversar sobre estos temas.

“Mateadas de Proyecto Sur para ponerse las pilas”. Para arrancar los motores. ¡Para que el triunfo del 28 de junio sea el triunfo del 2011! Viva la Patria!


Otros medios:

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viernes, 16 de octubre de 2009

Agreden brutalmente a un protagonista de una película de Pino Solanas

Este jueves por la tarde, un maquinista del ferrocarril Belgrano y protagonista de la última película de Pino Solanas fue brutalmente golpeado por una patota del gremio La Fraternidad que responde al dirigente sindical Omar Maturano. El lunes, junto al diputado electo por Proyecto Sur y otros referentes nacionales en unidad, se realizará una conferencia de prensa.

Dante Miranda es maquinista ferroviario de la línea Belgrano y se encontraba en la Estación del Ferrocarril San Martín (Retiro) junto a 50 compañeros del gremio La Fraternidad y algunos usuarios, todos integrantes del Movimiento Nacional Ferroviario (MoNaFe), realizando una volanteada en protesta por los "despidos persecutorios" que vienen sufriendo en la empresa Ugofe, motivo por el cual han constituido una mesa de trabajo con el INADI y el Ministerio de Trabajo de la Nación.

El volante que repartían está intitulado "Basta de Despidos" y allí se sostiene que "la dirigencia del Sindicato La Fraternidad junto a las empresas como UGOFE están echando a trabajadores que se oponen y denuncian el saqueo de nuestros ferrocarriles y a los sindicalistas corruptos que negocian y entregan compañeros".

En el momento en que comenzaban a desconcentrar, cerca de las 17 hs, saliendo de la estación ferroviaria, unas 35 personas se dirigieron directamente hacia Dante Miranda, reconocido en el gremio y la empresa por su militancia y su protagonismo en el film La Próxima Estación. Al quedarse rezagado, Miranda fue tomado por sorpresa, golpeado y una vez caído en el piso, fue pateado brutalmente. Un usuario que estaba presente intentó frenar el ataque y también sufrió la golpiza. La patota llevaba palos, cadenas y armas blancas. Asimismo, amenazaron a las familias de quienes participaban de la protesta. Entre los atacantes, se encontraban trabajadores en servicio y seguidores del dirigente sindical Omar Maturano, según reconocieron quienes fueron atacados.

Tarde, intervino la Policía, que dispersó a la patota. Miranda y 13 compañeros fueron llevados a la Comisaría 46 de Retiro, recibieron atención médica y prestaron declaración. Luego presentaron una denuncia penal por golpes y robo.

En Página 12
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lunes, 12 de octubre de 2009

12 de octubre: día de resistencia

Wayqe Panaykuna / Hermanos y Hermanas:

Desde Hijos del Pueblo, vemos en esta fecha, una gran cantidad de sentimientos desencontrados, reflexiones, y por sobre todo nuevas ideas.

Es por esto mismo, que nos lanzamos a expresar estos pensamientos a través de un escrito, por un lado, y por otro, lo Audiovisual.

En ambas rescatamos aquella sabiduría oral que nos han sabido resguardar nuestros Abuelos, que combinamos con la actual situación que transita nuestro continente, Abya Yala.

Tanto el video como el documento que les dejamos, desarrolla 3 puntos, que creemos impresindibles para comprender estos 500 años:

Por un lado la parte Histórica, basada en el legado Oral. Ver video

La 2da intenta explicar la actual situación de Nuestros Recursos Naturales, y el constante Saqueo en estos 500 años.

Y por último, intentamos rescatar aquella profecía Inka, La del Nuevo Sol- Pachakuteq. Ver video

Les dejamos el Mensaje y esperamos que revisen ambos documentos, opinen y si es posible los pasen!

Tukuy kuska atipasun/ Todos juntos venceremos.

Chaski Producciones. Leer más...

Perfil de una santidad política

Por Jon Sobrino, S.J.

Aparición original: «Concilium»
183(marzo 1983)335-344


I. Relación entre santidad y política

La expresión santidad política (1) puede parecer todavía hoy una expresión desconcertante por relacionar dos realidades que se presumen normalmente separadas de hecho y de derecho, y es una expresión ambigua mientras no se concretice qué se entiende por ambas cosas. De forma muy general, pero suficiente para este trabajo, entendemos por santidad una realización notable de la fe, esperanza y, sobre todo, de la caridad y de las virtudes que genera el seguimiento de Jesús. Entendemos por política aquella práctica dirigida a transformar estructuralmente la sociedad en la dirección del reino de Dios, en que se baga justicia a las mayorías pobres y oprimidas y en que éstas encuentren vida y salvación histórica.

Relacionar ambas cosas supone una doble novedad. La primera consiste en presentar un nuevo ámbito para la santidad como posible y necesaria. A lo largo de la historia de la Iglesia se ha presupuesto que ese ámbito es la ascesis personal, la contemplación, el ejercicio de la caridad en su forma asistencial o promocional. En la actualidad, debido a la toma de conciencia de la miseria y opresión de las mayorías y a los procesos de liberación que se han desencadenado en el Tercer Mundo (con sus analogías en el Primer Mundo en resistencia a las dictaduras, en esfuerzos de democratización, etcétera), el ámbito de lo político aparece para los cristianos como ámbito para la santidad, que no excluye otros posibles ámbitos, pero que se ofrece como una posibilidad e históricamente como una necesidad, según los signos de los tiempos.

La segunda novedad, más reciente y surgida de la propia experiencia del compromiso político de los cristianos, es que no se trata ya de relacionar solo fe y política, cristianismo y política, de analizar su compatibilidad teórica, la exigencia del compromiso político en nombre de la fe, sino de relacionar santidad y política. Esto se debe, creemos, a una doble constatación:

a) para mantener una vida cristiana política no basta con la lucidez teórica sobre su posibilidad y legitimidad, sino que se necesita la realización notable de valores específicamente cristianos;

b) una realización santa de la acción política es necesaria para evitar los subproductos negativos inherentes a ésta e incluso para potenciarla en su eficacia histórica.

La política ofrece hoy, por tanto, una materialidad para la santidad, y la santidad permite una acción política más humanizadora para quien la realiza y para el proyecto político que se impulsa. Esto es lo que pretendemos mostrar a continuación a partir de la realidad existente de ese tipo de santidad y no solo de un análisis meramente conceptual.

II. Una santidad que exige la política

Tiene que crear conflictos en un país como el nuestro, donde impera la injusticia social» (Mons. Romero, 15-2-1980) (2).

1. El desarrollo de la santidad cristiana presupone siempre que es respuesta a la voluntad de Dios. Esta puede ser diferenciada con relación a las personas concretas, pero debe incluir esencialmente lo que es clara voluntad de Dios en un determinado momento de la historia. En la actualidad, como lo recuerda Medellín y Puebla, esa voluntad primaria de Dios es que las mayorías pobres tengan vida.

Ese amor político tiene unas características específicas que lo diferencian de otras formas del amor. En primer lugar, supone una metanoia para ver la verdad del mundo tal cual es, en las manifestaciones visibles de la muerte y sus causas estructurales, que se ocultan y buscan ocultarse, para ver en esa muerte generalizada el hecho mayor y el problema más grave de la humanidad, lo que mis cuestiona el sentido de la historia y del hombre, para no aprisionar la verdad de las cosas con la injusticia (Rom 1,18). Supone las entrañas de misericordia ante el dolor no acallado ni acallable de las mayorías oprimidas, la responsabilidad ante la pregunta "¿qué has hecho de tu hermano?" (Gn 4,9s) y de corresponsabilidad hacia su suerte y destino; en esta corresponsabilidad, ademas, puede el hombre llegar simplemente a serlo recobrando su dignidad en la participación del dolor de la humanidad.

El amor político busca ser eficaz. Debe ser por ello proporcionado a la muerte que se quiere erradicar y a la vida de los pobres que se quiere implantar. Para entender la eficacia que se busca hay que tener en cuenta en primer lugar al destinatario de ese amor. Estos son los pobres considerados como colectividad, grupo o clase social; en cualquier caso, no es el individuo pobre, sino la polis, el mundo de los pobres. Son, además, los pobres materiales; lo que hay que erradicar, por tanto, no es sólo la indignidad interior a la que están sujetos, sino la pobreza material. Además, los pobres, a causa de los poderosos y en contradicción con ellos, son dialécticamente pobres y por su misma existencia conflictivos (3).

El amor político que quiere transformar la situación de esos pobres debe tener sus mecanismos específicos, distintos a los de otras formas del amor; debe buscar una eficacia estructural. Para ello debe denunciar la opresión y desenmascarar sus causas estructurales, abogar por sus derechos básicos, humanos, sociales y políticos, propiciar los cambios estructurales.

Debe ver ademas en los pobres no solo el destinatario de una acción política benéfica, sino también -sobre todo en los actuales momentos de muchos países del Tercer Mundo- los gestores de su propio destino como pueblo, quienes luchan por su liberación, llevan la mayor carga en esa lucha y la orientan objetivamente a la creación de una nueva sociedad. Por esa razón el amor político debe también llevar a participar -aunque las formas puedan ser diversas- en la lucha de los pobres, que alcanza el nivel ideológico y social, pero también el nivel político y -en casos verdaderamente límite- el militar (4).

2. Ese amor político es la materia fundamental de la santidad política. Pero además la practica del amor político ofrece un cauce estructural que propicia virtudes especificas, más difícilmente conseguibles en otros cauces. Propicia una ascesis especifica que remite a la ascesis fundamental cristiana: la kénosis y el abajamiento al mundo de la pobreza y de los pobres, como despojo de uno mismo; la ascesis necesaria para la denuncia y el desenmascaramiento, para mantener la paciencia histórica y la solidaridad con los pobres. Propicia el crecimiento de una fe y esperanza maduras que -de mantenerse y crecer- lo hacen desde el lugar también para su máxima tentación. Propicia la creatividad cristiana (pastoral, litúrgica, teológica, espiritual), que se genera desde el abajo de la historia.

Propicia, sobre todo, quasi ex opere operato la persecución. La profecía de Jesús se cumple en esto inexorablemente. Un amor político, a diferencia de otras formas del amor, desencadena el especifico sufrimiento de la persecución por parte de todos los poderes de este mundo. No cualquier tipo de cristianos, pero si los cristianos políticos son atacados, difamados, amenazados, expulsados, capturados, torturados y asesinados.

Esta persecución verifica que ha habido un amor fundamental; mantenerse en ella significa un notable ejercicio de la fortaleza cristiana y un notable testimonio de la fe. Si la persecución lleva a ofrendar la propia vida, si en esa ofrenda esta presente el amor a las mayorías pobres que origina todo el proceso del amor político, entonces la ofrenda de la vida se convierte en martirio. Con ello se da el testimonio del mayor amor a los pobres y se testimonia también objetivamente al Dios de la vida. Su muerte es por causa de la justicia; pero, explícita o anónimamente, por causa de la justicia de Dios. Por ello se debe hablar de martirio. Una cosa es, ciertamente, que todos y cada uno de los que han caído o han sido asesinados por causas políticas sean perfectos en todos los órdenes de la vida cristiana; pero otra cosa seria negar el amor fundamental y mayor en quienes dan la vida.

La masividad de estas muertes es, en último término, lo que no sólo permite hablar a priori de la posibilidad de una santidad política, sino lo que fuerza a hablar de ella a posteriori. Si tanta sangre derramada de obispos, sacerdotes, religiosas, catequistas, delegados de la palabra y también de cristianos que son campesinos, obreros, sindicalistas y combatientes no convenciera de que lo político es un ámbito propio para la santidad; más aún, de que en la actualidad la santidad pasa normalmente político, no habría discurso teológico capaz de convencer de ello (6). Pero quien no se convenciera, al menos ante algunos casos evidentes, tampoco podría interpretar la muerte de Jesús como la muerte del justo, sino que sólo le quedaría la alternativa de interpretarla como la muerte de un blasfemo y subversivo, tal como deseaban los poderosos de su tiempo.

3. Esta santidad política es la que hoy da estructuralmente testimonio de la santidad de Dios en su formalidad encarnatoria. Dios es el misterio santo y, en cuanto misterio, el que siempre esta más allá del hombre y de la historia; de ahí que se haya llegado a definir la esencia de la santidad como separación y distanciamiento de lo profano. Pero desde Jesús esto debe ser corregido.

El Dios que es misterio santo se ha acercado al hombre, ha roto la simetría de ser posiblemente salvación o condenación. Y ese acercamiento es doblemente escandaloso: es acercamiento del misterio de Dios y es acercamiento parcial a los pobres y oprimidos. Porque los ama (Puebla, n. 1142), Dios ha salido en su defensa, lucha contra los ídolos de la muerte y se muestra claramente como el Dios de la justicia que quiere en verdad la vida de los pobres. En eso consiste desde Jesús la nueva y escandalosa santidad de Dios: en acercarse salvíficamente a los pobres y llegar a compartir su misma suerte en la cruz de Jesús.

Eso es, en último término, lo que hoy dice con más claridad el santo político. Este no pretende más que repetir el gesto de Dios de acercarse liberadoramente a las mayorías pobres y asumir el destino de ese acercamiento. Por esa última razón teológica la santidad política es una posibilidad e históricamente una necesidad. No hay otra manera de decir hoy al mundo que Dios ama en verdad a las mayorías pobres.


III. Una política que exige santidad

Yo creo, hermanos, que los santos han sido los hombres más ambiciosos. Eso es lo que yo ambiciono para todos ustedes y para mi: que seamos grandes, ambiciosamente grandes, porque somos imágenes de Dios y no nos podemos contentar con grandezas mediocres» (Mons. Romero, 23-9-1979).

1. El ámbito de lo político es necesario para la santidad, pero sigue siendo un ámbito creado; es, por tanto, un ámbito limitado, que ofrece su propia tentación y tiende a su propia pecaminosidad, porque sobre todo en él esta implicado el uso del poder.

Existen limitaciones históricas -no necesariamente éticas para mantener en un justo proyecto político para los pobres la simultaneidad de revolución y reconciliación, justicia y libertad, nuevas estructuras y nuevos hombres, ideal mesiánico y la realidad que lo mitiga. Existe además, ahora ya al nivel ético, la propia concupiscencia actuante en quien, aun con la intención anteriormente descrita, practica la acción política. Por su misma naturaleza ésta puede tentar, en mayor o menor medida, a sustituir la liberación de los pobres por el triunfo de lo que se ha convertido en causa propia, personal o grupal, el dolor de los pobres por la pasión que genera la política, el servicio por la hegemonía, la verdad por la propaganda, la humildad por la prepotencia, la gratuidad por la superioridad ética. Existe el peligro de absolutizar una de las esferas de la realidad en la que más se desarrolla la lucha por la liberación: social, política o militar, abandonando otras esferas importantes de la realidad -también del pueblo pobre-, que tarde o temprano se vengan de la absolutización. Existe, por último, la dificultad de mantener el amor político antes descrito hasta sus últimas consecuencias por los conflictos en que introduce y los riesgos que genera.

Esta limitación y concupiscencia del ámbito político para nada quita validez y necesidad a que sea ámbito para la santidad; también los otros ámbitos (ascesis personal, oración, práctica de la caridad) -cosa que no se suele recalcar suficientemente- son limitados y con su propia concupiscencia. Pero apuntan a la necesidad de vivir lo político con espíritu para que el amor político sea y se mantenga como amor y los proyectos políticos liberadores se mantengan siempre abiertos al reino de Dios.

2. Esa necesidad es hoy constatada históricamente; pero no sólo -aunque también- porque la necesidad de espíritu le viene al hombre por el mero hecho de serlo y en cualquiera de los ámbitos de su práctica, sino porque así lo exigen los cristianos que más honradamente practican el amor político.

También en la acción política se necesita el espíritu de Jesús y en aquellas áreas que más tienen que ver con lo político. Se necesita la limpieza de corazón para ver la verdad de las cosas, analizar con sinceridad éxitos y fracasos en las luchas y proyectos de liberación, mantener como criterio de acción lo que más convenga a las mayorías pobres, superar la tentación del dogmatismo, tan cercana al quehacer político. Se necesita la búsqueda de la paz aun en medio de la necesaria lucha, sin hacer de la violencia, aun cuando ésta sea justa y legítima, una mística, ni depositar en ella toda la confianza para resolver los problemas objetivos, ni ignorar otros medios de lucha más pacíficos con anterioridad y simultáneamente a la lucha armada. Se necesitan entrañas de misericordia para no relativizar desproporcionadamente el dolor del pueblo y reducirlo a necesario coste social, para no cerrar futuro al enemigo, para no ahogar la difícil posibilidad del perdón y la reconciliación.

3. Ese espíritu es la santidad que exige la acción política para mantenerse y crecer como amor. Su realización es difícil personalmente y utópica estructuralmente. Pero no por ello esa santidad es idealista; más aún, es eficaz históricamente.
Esa santidad en lo político es lo que hoy da testimonio de la santidad de Dios en su formalidad escatológica. El Dios cercano del que antes se hablaba sigue siendo el Dios trascendente a la historia pero no como puro más allá, sino como principio utópico. En cuanto utopía su realidad no es nunca adecuadamente realizable, pero en cuanto principio inicia realidades históricas. La reserva escatológica no relativiza por igual todas las realidades históricas y todas las acciones políticas, sino que es la verdadera reserva de la historia para que ésta dé más de sí y la acción política tenga siempre un norte hacia donde deba orientarse.

El santo político es el que una y otra vez echa mano del ideal del reino de Dios y del Dios del reino para configurar la historia y su propia práctica. A pesar de su dificultad, mantiene siempre la ultimidad de la primariedad de la vida, de la justicia, de la necesaria lucha, de las necesarias revoluciones y reformas estructurales; pero mantiene también la necesidad de la plenificación de la vida, de la verdad y la libertad, de la reconciliación, de cambiar el corazón del hombre. Mantiene ademas la aún más difícil simultaneidad de ambos tipos de ideales.

Esta santidad es repetir en la historia el gesto del Dios que es santo escatológicamente. Es necesaria para que el cristiano mantenga su especificidad en la acción política, pero también para que ésta sea más eficaz y con más dificultad sucumba a sus tentaciones. A la corta, esta santidad puede parecer una rémora por dedicar energías a lo que no es puramente acción política, y puede parecer idealista por su intrínseca dificultad. Pero a la larga es fructífera también históricamente, como lo demostró ejemplarmente monseñor Romero (7). Con su palabra y ejemplo introdujo espíritu en la realidad y lucha del pueblo salvadoreño; con ello lo hizo más decidido a su liberación, más eficaz políticamente y más atento a cualquier desviación de la acción política que no tomase absolutamente en serio el beneficio de las mayorías pobres.


IV. Necesidad e importancia de la santidad política

Los santos políticos son una realidad. Los pueblos que sufren reconocen como santos a quienes por amor se encarnan en lo político y sólo reconocen como santos de hoy a quienes asumen el riesgo de esa encarnación. Esto se podrá hacer -y la ofrenda de la vida les otorga su última justificación- de diversas formas: en el trabajo pastoral de las cuatro misioneras estadounidenses Maura, Ita, Jean y Kathy, en el trabajo ministerial de monseñor Romero o en el compromiso explícitamente revolucionario de Gaspar García Laviana. En la actualidad, además, habrá que hablar no solo de santos individuales, sino de colectividades de pobres, de pueblos enteros que participan de la santidad política cuando luchan por la liberación de los pobres, llenan de espíritu cristiano esas luchas y cuando, en cualquier caso, participan de la suerte del Siervo de Yahvé en su misma materialidad de pueblos crucificados.

Esa santidad admite, por supuesto, diversos grados; no tiene por qué coincidir con lo que la Iglesia entiende todavía por santidad en los procesos de canonización, y en el fondo sólo Dios conoce la medida del amor real de estos nuevos santos. Pero nada de esto debe hacer ignorar este hecho nuevo, sorprendente y masivo ni dejar de valorarlo en toda su importancia. La santidad política es hoy históricamente necesaria para que los pobres capten la buena noticia y la historia se encamine hacia el reino de Dios dando más de sí. Es importante además para la Iglesia misma, para que en su interior recobre la verdad del evangelio y haga de éste fundamento de su misión y para que al exterior tenga y mantenga la credibilidad que, en la humanidad actual, sólo le otorgara un amor eficaz a los pobres. Sólo de esta forma, además, encarará el reto que supone para el futuro de la fe la aparición de otras instancias salvadoras de los pobres que no aceptan o no explicitan al Dios de Jesucristo.

Mantener la santidad política en los dos aspectos considerados y su simultaneidad es difícil. Pero es una necesidad actual y, sin ningún matiz falsamente espiritualista, un don de Dios. Así lo vio monseñor Romero. Unas frases suyas pueden servir mejor que muchos análisis para entender qué es la santidad política, cómo asegurarla y cómo agradecerla:

Me alegro, hermanos, de que nuestra Iglesia sea perseguida, precisamente por su opción preferencial por los pobres y por tratar de encarnarse en el interés de los pobres» (15-7-1979).

Sería triste que en una patria donde se está asesinando tan horrorosamente no contáramos entre las víctimas también a los sacerdotes. Son el testimonio de una Iglesia encarnada en los problemas del pueblo» (24.6.1979)


Notas:

(1) Sobre la temática general de este artículo, cf. L. Boff, La le en la periferia del mundo (Santander 1981) 209-262; el número monográfico dedicado a espiritualidad de la liberación, en «Christus» (México 1979-1980) 529s.
(2) Mons. Romero elaboró su pensamiento sobre este punto en La dimensión política de la desde la opción por los pobres, publicado en J. Sobrino, I. Martín Baró, R. Cardenal, La voz de los sin voz (San Salvador 1980) 163-183.
(3) Cf. I. Ellacuría, Los pobres, lugar teológico en América Latina:
(4) Cf. cartas pastorales de Mons. Romero en La voz de los sin voz, cit., 93-172; para su tratamiento de la violencia, cf. ibid., 113-119, 156-159, 435-445.
(5) Cf. Juan Hernández Pico, El martirio hoy en América Latina: escándalo, locura y fuerza de Dios,
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viernes, 9 de octubre de 2009

Bicentenario y segunda Emancipación

Por F. H.

La vacuidad con que se afrontan las “celebraciones” del Bicentenario es sintomática de la ceguera histórica que padece la dirigencia argentina en su conjunto. Los actores políticos y sociales dominantes de nuestro país no saben qué hacer con la memoria de un acontecimiento que desvela su incapacidad para impulsar un proyecto nacional que actualice aquí y ahora nuestra Emancipación y concluya su mandato liberador. Por otra parte, desde las instituciones no hay quien se haya preguntado si la catástrofe en que nos encontramos puede ser celebrada. A nadie se le antoja indagar en el pasado a fin de diagnosticar el fracaso, haciendo justicia a una necesaria actualización del hecho fundante, sumamente complejo, de la nacionalidad argentina. Pero, ¿qué significaría hoy en día rememorar y dar actualidad a nuestra Independencia? La conciencia política ha de saltar por sobre los siglos no para realizar conmemoraciones fósiles, sino para captar el pasado fallido y darle una nueva vida. Para realizar hoy lo que fracasó ayer. Actualizar el pasado significa salvarlo del conformismo y del olvido, del continuum temporal que nos ha traído hasta el presente.

No podemos pasar por alto que en América Latina, y nuestro país no fue la excepción, las guerras de independencia significaron el paso de la colonia a la neocolonia. A pesar de la revolución emancipadora, y de los extraordinarios fundamentos que la legitimaron, se produce en el siglo XIX el pasaje del colonialismo hispano al inglés, relevado más tarde por los Estados Unidos y otras potencias. Primeramente los patriotas criollos establecen contactos con las metrópolis europeas, pero aún responden a las tradiciones populares. Luego, los liberales olvidan el pasado y buscan el apoyo del capitalismo industrial anglosajón, con el que terminarán firmando un pacto de dependencia que les garantiza acceso a una "vida civilizada". El pacto consiste en la venta al centro de materias primas que serán devueltas pero transformadas industrialmente y a un precio mucho más elevado.

El espejismo del poder y los dictámenes eurocéntricos de la civilización, el progreso y el lujo llevaron a las nuevas élites, ahora argentinas, y mayoritariamente porteñas, a absolutizar un proyecto histórico mercantilista y modernizador que dejaba afuera a las mayorías populares de la antigua colonia. La futura oligarquía fabricará entonces un conjunto de representaciones que darán paso a una hegemonía despótica, carente de consenso popular, que va a despreciar racionalmente la extracción amerindia de nuestro país, su raigambre latinoamericana e indígena. Con los años se instalará la dicotomía “civilización”/“barbarie”. Era la exacerbación filosófica y política, de inspiración anglosajona y en algún punto francesa, del ethos originario de la conquista. El resultado histórico fue nefasto: división centro/periferia dentro de nuestro país; destrucción de la industria y la tecnología nacionales, y de toda posibilidad de lograr un modelo de desarrollo autocentrado; enajenación de nuestros recursos naturales y estratégicos; dependencia en todos los órdenes del mundo de la vida cotidiana.

Así, pues, la necesidad de un juicio histórico de la primera Emancipación resulta más que evidente si observamos la historia de las instituciones y la cultura política argentinas.De un modo esquemático podemos resumir que: 1) A partir de 1810 el triunfo de la oligarquía criolla supuso la segregación de las mayorías populares. 2) Los sectores emergentes que llevaron a cabo la Emancipación, la “América Profunda” como expresa Rodolfo Kusch, fueron totalmente excluidos de la construcción política y simbólica de nuestra nacionalidad. En su Política de la liberación el filósofo Enrique Dussel señala que “las masas indígenas, los antiguos esclavos africanos, los mulatos y zambos, los mestizos y los inmigrantes empobrecidos constituirán un pueblo de los pobres excluidos de la ciudadanía real.” 3) El cuerpo civil de los criollos no sólo dominará sino que, es preciso remarcarlo, racionalizará su visión antropológica −sumamente racista− de los sectores populares. El pueblo propiamente dicho, “los de abajo” que diría Bertolt Brecht, el “bloque social de los oprimidos” según la expresión de Gramsci, fue desahuciado tras siglos de “descubrimiento”, y será nuevamente excluido después del período 1810-1816, que apenas supuso un cambio de sector dominante en el mismo bloque histórico en el poder, que de colonial hispánico pasó a ser neocolonial criollo. Salvando las distancias temporales, podemos concluir que hasta el día de hoy esa dinámica de exclusión sigue vigente: generación tras generación, el pueblo argentino sigue siendo empobrecido.

Ese "pecado original" de nuestra historia, atenuado en algunos capítulos de la misma (y siempre impugnado por la tradición o corriente histórica nacional y popular de los oprimidos, por los "condenados de la tierra argentina), sigue pasándonos factura y exige un salto cualitativo que libere la patria y democratice con radicalidad las instituciones vigentes. En efecto, durante casi dos siglos nuestra dirigencia ha sido incapaz de romper con la colonialidad del poder, con su implantación cultural, política, económica y espiritual. Es más, su complicidad ha sido y sigue siendo una constante patológica. El resultado lo padecemos cada día: pobreza e indigencia estructurales, corrupción pública, violencia y criminalidad, fragmentación social, aculturación, decadencia moral. Por ello, ahora tenemos que preguntarnos, ya cerca de 2010, si seguiremos en la lógica del encubrimiento y la eterna colonización y empobrecimiento del Otro; o si, por el contrario, tomaremos el Bicentenario como un desafío hacia la segunda Emancipación desde el poder liberador del Otro oprimido, del pueblo. Sólo cuando la interpelación del Otro deviene en praxis política y se encarna en las instituciones se hace posible la transformación del orden vigente hasta llegar a la donación -en su sentido más eminente- como ejercicio de la ética y la justicia. El primer centenario fue celebrado en toda América Latina por las elites oligárquicas. Desde el punto de vista de las víctimas, la cosa no ha cambiado mucho. La correa de transmisión de la etapa neocolonial sigue intacta, pero están dadas las condiciones para interrumpir su curso.

Como ha señalado en reiteradas ocasiones el conductor de Proyecto Sur, Fernando “Pino” Solanas, el malestar en la política partidaria nacional (la "tenaza del bipartidismo") ha tocado fondo. Por ello, ante el estado de guerra permanente en que vivimos urge articular una política constructiva crítica en la que las mayorías populares y los sectores emergentes sean protagonistas de la Emancipación futura. Para ser más que una mera celebración arqueológica, en los años que vienen la vocación epocal del Bicentenario habrá de instaurar un nuevo tiempo en la cual se articulen e institucionalicen los cimientos estratégicos de un nuevo paradigma político, cultural y hermenéutico en la República Argentina. Nuestro pueblo, harto de engaños, exige un profundo replanteamiento ético del sentido del Estado y su vínculo con la sociedad. La política, enajenada por la corrupción, ha de transformarse en praxis liberadora donde la Vida juzgue a la Ley, y no al contrario.
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jueves, 8 de octubre de 2009

El “lebensraum” argentino del siglo XXI

Por Alcira Argumedo (Socióloga y Diputada nacional electa de Proyecto Sur)

Basada en el concepto de razas de las ciencias biológicas por entonces en auge, la teoría del lebensraum –del espacio vital– fue formulada hacia fines del siglo XIX por el geógrafo alemán Friedrich Ratzel (1844-1906). La teoría fundamenta el derecho de los pueblos superiores a apoderarse de los territorios de los pueblos salvajes, atrasados e inferiores –y si es preciso, eliminarlos– con el fin de utilizar esos territorios como espacio vital requerido para desplegar en ellos la civilización. Estas ideas legitimaron la expansión imperialista de las potencias europeas y Estados Unidos entre 1871 y 1914, cuando someten a la expoliación bajo formas coloniales o neocoloniales al 82 por ciento de la población mundial en Asia, África y América latina. El “espíritu de época” en Alemania y el Occidente central en esos tiempos tuvieron su influencia en las clases privilegiadas de América latina, que habían consolidado las repúblicas oligárquicas. La Conquista del Desierto del general Roca se enmarca en estas concepciones, legitimando el genocidio de los pueblos mapuches, así como la entrega de más de 2 millones de hectáreas de ese espacio vital a su amigo Martínez de Hoz, para que desplegara en ellas la civilización.

El pequeño Adolfo Hitler (1889-1945) habría incorporado tales ideas cuando cursaba su escuela en Linz, en tanto la convicción acerca de la superioridad de la raza blanca era el centro de la cultura occidental dominante y del sentido común, reproducido mediante el sistema educativo. Al ser designado canciller de Alemania, desde 1933 retoma para el Tercer Reich las enseñanzas de Friedrich Ratzel sobre el lebensraum, con el fin de aplicarlas a las naciones eslavas del este europeo y a otras razas inferiores como el pueblo judío y los gitanos. Haciendo un salto en la historia –y sin ignorar que la teoría continuó siendo utilizada en países de Africa y América latina a pesar del espanto del Holocausto–, en los albores del siglo XXI la vemos emerger en la Argentina bajo la modalidad del desmonte de bosques nativos, con el desplazamiento de campesinos e indígenas que desde tiempos ancestrales viven en ellos y de ellos obtienen su sustento. Entre otros, gobernantes y funcionarios corruptos, grandes corporaciones locales o extranjeras, junto con pooles de siembra y empresarios amigos, son ahora las razas superiores que pretenden legitimarse en una moderna teoría del lebensraum, con el objetivo de desplegar sus negocios civilizados en esos espacios vitales.

Despojados de sus territorios, acosados por el hambre y la angustia, vemos morir por desnutrición a chicos y ancianos aborígenes o campesinos en Salta, en Chaco, en Formosa, en Misiones y en otras provincias, mientras enfermedades como el dengue se propagan a causa de esos desmontes y de la migración o la muerte de los pájaros que se alimentan de los mosquitos transmisores. Tartagal fue otra consecuencia de la moderna teoría del lebensraum –a pesar de los intentos por explicarnos que era un “fenómeno natural”–, sin mencionar las secuelas de los agrotóxicos en distintas regiones del país. Una consecuencia más ha sido la muerte, también en Salta, del joven ava guaraní Fabián Pereyra, asesinado por los guardias privados del Ingenio y Refinería San Martín del Tabacal el 15 de septiembre de 2006, por hurtar naranjas en tierras ahora pertenecientes a esa noble empresa, aunque durante siglos fueran patrimonio de los antepasados de Fabián.

Ante las resoluciones 327 y 334/09 promulgadas por el gobernador Juan Manuel Urtubey, promoviendo la “reanudación de la ejecución de las tareas de aprovechamiento forestal en los departamentos de San Martín, Orán y Santa Victoria” –es decir, continuar derribando árboles en el norte salteño–, las comunidades indígenas presentaron un recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que solicita la inmediata suspensión de tales resoluciones. La tragedia de Tartagal en el mes de febrero de 2009 impulsó la tardía reglamentación de la Ley de Bosques –aprobada por el Congreso de la Nación en noviembre de 2007– y aconsejó prudencia al gobernador salteño. No obstante, apenas los medios de comunicación dejaron de centrarse en la conmoción del alud que destruyera gran parte de esa ciudad, se reanudó la devastación de los montes. En un fallo que está lejos de honrarlos, el pasado 11 de agosto los siete miembros de la Corte Suprema rechazan el amparo y permiten al gobernador seguir adelante con su proyecto, sin tomar en consideración las denuncias de talas y desmontes clandestinos que, según declaraciones de las comunidades afectadas, acompañaron ese recurso de amparo. El fundamento básico de nuestro máximo tribunal es de carácter semántico, ya que diferencia prima facie los conceptos de “aprovechamiento forestal”, “tala” y “desmonte”; aunque en los hechos los tres conceptos se vinculan con la destrucción de árboles en los montes nativos, habilitando los negocios de los nuevos seres humanos superiores y degradando el hábitat de las comunidades originarias. Por lo demás, en Tartagal nunca quedó claro si los árboles cortados que arrastrara el alud, causando muerte y duros sufrimientos, se debían a “aprovechamiento forestal”, “tala” o “desmonte”: tres modalidades por medio de las cuales se está ejecutando la teoría del lebensraum en Salta y en varias provincias argentinas.

En esos mismos días llegaron a Buenos Aires veinte mujeres representantes de comunidades wichís y guaraníes de Salta, con el propósito de denunciar y hacer visible ante nuestros ojos que el avance de los desmontes y la depredación de sus territorios significan de hecho una condena a muerte para esas comunidades. La desproporción de sus fuerzas frente a las nuevas razas superiores del país evoca la epopeya de otras mujeres con pañuelos blancos que enfrentaran a la dictadura. Ahora se supone que estamos en democracia y los ciudadanos detentan el derecho a la vida y a la igualdad: todo indica que no es así. La decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la falta de respuestas por parte del INAI, de la Secretaría de Medio Ambiente y de otros organismos de gobierno ante los cuales plantearon sus reclamos, nos permite afirmar, con profundo dolor, que los sentimientos de nuestros compatriotas indígenas y campesinos en esta Argentina no distan demasiado del de los judíos bajo el Tercer Reich.

Pero el lebensraum no los afecta solamente a ellos. También en estos días el gobernador de Neuquén intenta despojar de sus espacios territoriales a la comunidad mapuche Paycil Anxiaw, que ha denunciado las agresiones sufridas ante la Corte Intera-mericana de Derechos Humanos, dada su lógica desconfianza ante la Justicia nacional. Por su parte, un camión de la mina La Alumbrera derramó grandes cantidades de gasoil en el río Belén de Catamarca, dejando a toda la población sin agua debido a la magnitud de la contaminación: los comerciantes subieron los precios del agua mineral y demasiadas familias se ven obligadas a dar de beber a sus chicos agua con gasoil; lo hacen llorando al saber que los están condenando a morir. La Secretaría de Medio Ambiente tiene ojos ciegos ante el problema; por su parte, una alumna de la Tecnicatura en Medio Ambiente relata que el profesor a cargo de las materias Auditoría ambiental y Seguridad e higiene es de la Universidad de Tucumán –receptora de subsidios de esa corporación minera, así como otras universidades nacionales– y prohíbe a sus alumnos mencionar los efectos de la contaminación derivada de los derrames del mineraloducto en el suelo, en las plantas, en los animales y en las personas. En San Juan, el veto presidencial a la Ley de Protección de Glaciares permitió que sólo para la mina a cielo abierto Pascua Lama se utilicen 200 camiones de cianuro y 2400 camiones de explosivos por año, además de agua potable en cantidades descomunales; pero el gobernador José Luis Gioja afirma que el emprendimiento carece de impacto ambiental negativo. Estos son algunos ejemplos de depredación salvaje y no se requiere demasiada perspicacia para prever sus consecuencias: el lebensraum argentino incluye cada día nuevas camadas de habitantes, coartándoles sus posibilidades de vida en una ofrenda a las nuevas razas superiores. Parafraseando a Bertolt Brecht, es posible pensar “yo no era wichí o guaraní, no era mapuche ni campesino, no vivía en Belén o en Catamarca, mi agua no venía de la cordillera, entonces callaba; ahora”...
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viernes, 2 de octubre de 2009

Vocación Política

«Habrá que luchar por el nacimiento y crecimiento de una nueva generación de patriotas, de jóvenes que se decidan a reinventar la política, la "otra política", como Espartaco, Juana de Arco, G. Washington, M. Hidalgo o Simón Bolivar, hasta un "Che" Guevara, Fidel Castro o Evo Morales. Todos ellos no fueron políticos de "profesión". Eran esclavos, pastoras, hacendados, cura o intelectuales, médicos, abogados o sindicalistas, pero por responsabilidad ética se transformaron en servidores de sus comunidades, de sus pueblos, en muchos casos hasta la muerte. ¿Qué puede ofrecerse más que la vida? En los otros casos una fidelidad incorruptible en el ejercicio delegado del poder a favor de sus pueblos. No ostentaron la autoridad delegada para aumentar su pretigio o su riqueza. Su gloria, más aún al ser perseguidos por los enemigos del pueblo que liberaban, consistió en el permanecer fieles hasta el final en la perseverancia a su "vocación".

"Vocación" significa "ser-llamado" (del verbo vocare) a cumplir una misión. El que "llama" es la comunidad, el pueblo. El llamado es el que se siente "convocado" a asumir la responsabilidad del servicio. ¡Feliz el que cumpla fielmente su vocación!»

Enrique Dussel, 20 Tesis de Política Leer más...