sábado, 21 de noviembre de 2009

Entrevista a Pino en Mendoza

Por Laura Fiochetta (Diario Los Andes, Mendoza, 20-XI-2009)

Pese a su mirada hipercrítica sobre la realidad político-social del país, el hombre se muestra entusiasmado. Dice que está haciendo "infantería", porque camina provincia a provincia, llevando sus dos pasiones: su partido, Proyecto Sur -por el que asumirá como diputado nacional por Ciudad de Buenos Aires-, y el cine -su película "Oro impuro".

El político y cineasta Fernando "Pino" Solanas, que está desde ayer en Mendoza, no se guarda nada. Habla de construir un proyecto "federal y latinoamericanista", apunta contra todos y en esa carrera, lanza polémico: "Kirchner y Cobos son socios".

¿Qué expectativas políticas tiene con esta visita a Mendoza?

-Ando recorriendo todo el país, impulsando Proyecto Sur. Creo que las últimas elecciones en Capital Federal, donde obtuvimos un 24,5%, nos están demostrando que hay ciudades que parecía que estaban a la derecha, pero no estaban a la derecha. Lo que había era una parte importante de la ciudadanía harta de malos tratos, que ha venido buscando con su voto una alternativa a través del voto castigo.

-Para lograr sus objetivos políticos, ¿no le hace falta construir una estructura política? ¿Cómo está haciendo para armarla en las diferentes provincias, incluida Mendoza?

-Hacemos la infantería. Caminamos por todos los lugares. Nosotros nacimos para crear un gran proyecto nacional que se enriquece con el proyecto de cada provincia. Nosotros llegamos para quedarnos, no para jugar una elección. Algunos dijeron que éramos una fuerza testimonial, que teníamos ideas pero no teníamos votos. Pero luego todos los analistas advirtieron que en esta elección, si teníamos un mes más de campaña, ganábamos la Capital.

Lo mismo creo que puede pasar en todas las provincias argentinas. No me cabe duda de que en Mendoza, que viene golpeada por el desgobierno de las fuerzas que la han administrado, hay una enorme masa de ciudadanía desencantada que nos va a dar el voto.

-¿Cómo se imagina el escenario electoral de 2011?

-No soy politólogo, pero está claro que va a haber por lo menos dos formas del justicialismo. De ahí la premura de (Néstor) Kirchner de aprobar la ley de reforma política para jugar una interna que él piensa ganar con la chequera y la caja. Seguramente, habrá otra fuerza que será conformada por Duhalde, Solá, Reutemann, De Narváez. Después estará el radicalismo con Cobos, que parece que quiere ser candidato, aunque no sé sabe qué van a hacer con Elisa Carrió. Creo que en este momento va barranca abajo el proyecto Macri.

-¿Y usted cree que colaboró en eso?

-Nosotros le dimos una paliza en la Capital, no lo derrotamos, pero le bajamos mucho. El desempeño de Macri como jefe de Gobierno porteño ha sido tan mediocre, las promesas de ese empresario modernizante que iba a cambiar la ciudad fueron un verdadero fracaso. Encima de eso resulta muy mentiroso y muy hipócrita, estaba generando una red de espionaje para vigilar a todos los opositores y hasta los más íntimos colaboradores.

-¿Y cómo llega Proyecto Sur a las próximas elecciones presidenciales?

-Vamos a impulsar una gran unidad de fuerzas políticas y sociales. Somos la garantía de llevar adelante ese proyecto que quiere confrontar con las mafias que nos saquean, con el sistema bancario que castiga a la población con tasas usurarias, con los agroexportadores que se quedan con una tercera parte de la renta agraria innecesariamente, con las petroleras y las grandes corporaciones mineras. Ellos son los socios de Cobos, Kirchner, radicales y Carrió.

-¿De todos, sin distinción?

-Decimos que no tienen diferencias porque son las cuatro fuerzas que terminan votando la vuelta a pagar la deuda externa sin ni siquiera haberla investigado. Las diferencias y peleas son por quién va a agarrar la manija de la caja. Nosotros decimos que para combatir esto hay que generar una gran unidad.

-¿Con qué otras fuerzas políticas?

-Vamos a buscar otras fuerzas; por supuesto las fuerzas de centroizquierda, que son las más afines a nosotros. En los ámbitos parlamentarios tenemos partidos amigos como los socialistas, Luis Juez, Libres del Sur y está el caso de los diputados del SI que se incorporarán a Proyecto Sur. Con todos ellos queremos hacer una agenda de temas nacionales para trabajar juntos. A partir del trabajo parlamentario estaremos profundizando nuestra relación.

-¿Usted cómo se define como político? ¿Es un peronista de los '40?

-No soy un político, soy un referente social y cultural argentino.

-Pero usted es peronista...

-Pero eso no es ser político. Mis primeros libros fueron los de Raúl Scalabrini Ortiz, ya que el destino quiso que yo naciera en Olivos, a la vuelta de la casa de él. Y por esas cosas del destino terminé siendo amigo de su hijo mayor, estudié derecho con él y el primer libro de historia que marcó mi vida fue "Política británica en el Río de la Plata".

Naturalmente fui descubriendo los pensamientos nacionales, naturalmente mi primera película terminó siendo un gran fresco sobre la historia argentina de aquellos años, que fue "La hora de los hornos", la cual me llevó a que Perón me invitara a verlo en Madrid, porque fue una película que reivindicaba al peronismo. Por primera vez había una explicación sensata de ese movimiento, que no comprendieron y difamaron tanto. Eso dio como origen una relación muy hermosa.

-¿Qué piensa que diría Perón de Kirchner?

-De ninguna manera Perón pensaría que Kirchner es uno de sus herederos. Basta leer los últimos discursos de Perón. Kirchner se coloca en la vitrina de los grandes traidores a la Patria, junto a Menem, al promover la segunda ola de privatizaciones de petróleo llevando como socio activo a Julio Cobos.

-¿Usted ha dicho varias veces que Cobos sigue siendo socio de Kirchner?

-Sí, por supuesto. Basta ver cómo votaron el canje de deuda; ellos son quienes creen que no habrá crecimiento en la Argentina si no hay crédito externo. Son cómplices en este salvavidas o tanguito feroz que le propuso bailar Kirchner a Cobos de la reforma. Es la manera de resolver cada uno con elegancia las internas de sus partidos y pasarles la guillotina a las fuerzas emergentes.